La demanda mundial de energía se ha duplicado en los últimos 40 años por la influencia de tres factores fundamentales: el crecimiento de la población –que podría alcanzar los 9.600 millones en 2050–, la tendencia de urbanización –se estima que en 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades– y la rápida expansión de la clase media en los mercados emergentes –que podría llegar a los 3.000 millones de personas en 2030.
Los bonos verdes combinan medioambiente y rentabilidad y ofrecen una forma innovadora de combinar estos retos medioambientales con rentabilidades de mercado”. Lo que diferencia a un bono verde de un bono convencional es el compromiso por parte del emisor de canalizar los fondos recaudados sólo a proyectos que tengan un carácter verde y de sostenibilidad, es decir, que produzcan un efecto positivo en relación a la problemática del cambio climático.
Artículo completo en Finect.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario